Durante mas de un milenio, Salins-les-Bains debe su prosperidad a la explotación y a la comercialización de la sal.
Hoy en día, el museo de la Sal y la gran Salina nos ofrecen un testimonio único de la explotación de la sal en el Franco Condado.
La visita comienza en las monumentales galerías subterráneas. Estas unen dos pozos equipados de un sistema de bombeo, todavía en funcionamiento, que permitía la extracción de agua salada a través de un banco de sal gema situado a más de 200 metros de profundidad.
Siguiendo el hilo de la materia, el visitante accede enseguida a la sala de las pailas donde el agua era calentada para extraer la sal después de la evaporación. La visita continúa a través del museo de Sal y un espacio dedicado al público joven.
Ayudado por una presentación refinada, el museo de la Sal propone igualmente la proyección de películas y una colección de objetos técnicos que ayudan a comprender mejor la dimensión milenaria de la industria salinera del Franco Condado.
Finalmente, la Gran Salina de Salin-les-Bains está íntimamente ligada a su hermana de Arc-et-Senans a través de un salino-ducto de 21 kilómetros de largo, construido en el siglo XVIII para conducir la salmuera hasta la nueva salina real.
El 27 de junio, las dos salinas se encontraron en la lista del patrimonio mundial de la UNESCO.